La lluvia mi inspira, me relaja. Cierro los ojos y la siento caer; al principio sobre las hojas de los árboles, luego sobre el suelo.
Sensaciones de limpieza, de calma.
A veces me pongo a mirarla por la ventana o desde el balcón, otras, si tengo ocasión, me siento en mi banquillo de meditación y la sigue mentalmente, diferenciando los distintos sonidos y, como si mi oido fuera un radar, parándome un ratito en cada uno de ellos.
Es mi técnica preferida, la más natural, sencilla y eficaz.
¿ por qué no la pruebas?
Ah, no te olvides de abrir la ventana para que el sonido te llegue muy adentro.
Tonia Rubio.
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